La menopausia es una etapa de la vida en la que ocurren muchos cambios en el cuerpo de la mujer, pero uno de los más preocupantes puede ser el aumento de las transaminasas. Estas enzimas, presentes en el hígado, pueden elevarse durante la menopausia y esto puede ser señal de algún problema de salud. En este post, analizaremos la conexión entre la menopausia y las transaminasas altas, así como las posibles causas y consecuencias de esta situación.
- ✅ ALTAS DOSIFICACIONES: Utilizamos extractos altamente concentrados y estandarizados. Así, la...
- ⭐ REGULADOR HORMONAL: En la menopausa, dos hormonas en particular dos hormonas principales y su...
- 🔎 DOBLE PODER: Gracias a su alto contenido en diosgenina, una llamada fitohormona, a menudo...
- 🥼 PRUEBAS DE LABORATORIO: Nuestras cápsulas de ñame se producen exclusivamente en Alemania...
- 💓 A TU LADO: Preocuparnos por ti es parte de nuestra filosofía. Por este motivo, además de...
¿Qué le ocurre al hígado durante la menopausia?
Durante la menopausia, el hígado puede experimentar cambios significativos debido a los cambios hormonales que ocurren en el cuerpo de una mujer. Uno de los principales efectos es el aumento del riesgo de desarrollar hígado graso metabólico, una condición en la cual se acumula grasa en el hígado. Este aumento en el riesgo se debe en parte a la disminución de los niveles de estrógeno, una hormona que desempeña un papel importante en el metabolismo de las grasas.
La acumulación de grasa en el hígado puede llevar a la inflamación y a la formación de cicatrices en el tejido hepático, conocido como fibrosis hepática. Estudios han demostrado que las mujeres posmenopáusicas tienen tasas más altas de fibrosis hepática grave en comparación con las mujeres premenopáusicas. Esto puede deberse a una combinación de factores, como el aumento de peso y la resistencia a la insulina, que son comunes durante la menopausia.
Además, se ha observado que las mujeres mayores con hígado graso tienen una mayor mortalidad en comparación con los hombres. Esto puede deberse a diferencias en la forma en que el hígado procesa y metaboliza las grasas en hombres y mujeres.
¿Cuáles son los síntomas que tienes cuando tienes las transaminasas altas?
El valor de las transaminasas se solicita en cualquier analítica general anual pero también ante la aparición de determinados síntomas que puedan sugerir origen hepático como pueden ser:
- Cansancio extremo. El cansancio excesivo y sin explicación aparente puede ser un síntoma de transaminasas altas. Esto se debe a que el hígado es responsable de filtrar y eliminar las toxinas del cuerpo, por lo que si su función se ve afectada, puede provocar un aumento en el cansancio y la fatiga.
- Fatiga. La fatiga también puede estar presente cuando las transaminasas están elevadas. Esta sensación de agotamiento constante puede dificultar el desempeño de las actividades diarias y afectar la calidad de vida.
- Dolor abdominal. El dolor en la zona abdominal puede ser otro síntoma de transaminasas altas. Este dolor puede variar en intensidad y localización, y puede ir acompañado de otros síntomas como náuseas o vómitos.
- Náuseas o vómitos. Las náuseas y los vómitos pueden ser síntomas de transaminasas altas debido a la incapacidad del hígado para procesar adecuadamente los alimentos y eliminar las toxinas.
- Pigmentación amarilla de mucosas (ictericia). La ictericia es un síntoma más grave que puede indicar un daño hepático significativo. Se caracteriza por la coloración amarillenta de la piel y las mucosas, y puede estar asociada con un aumento en los niveles de transaminasas.
¿Cuándo las transaminasas son preocupantes?
Se considera hipertransaminasemia el aumento del valor sérico de las transaminasas por encima de las cifras normales según el laboratorio de referencia. El límite superior suele estar alrededor de 40-45, aunque es superior en el primer año de la vida 2.
Las transaminasas son enzimas que se encuentran en diferentes tejidos del organismo, pero principalmente en el hígado. Los dos tipos más comunes son la aspartato aminotransferasa (AST o GOT) y la alanina aminotransferasa (ALT o GPT). Un aumento en los niveles de estas enzimas en el torrente sanguíneo puede indicar daño hepático.
Existen varias condiciones que pueden causar un aumento en los niveles de transaminasas, como la hepatitis viral, la enfermedad del hígado graso no alcohólico, el consumo excesivo de alcohol, la cirrosis, la obstrucción biliar, el uso de ciertos medicamentos y algunas enfermedades autoinmunes. En algunos casos, el aumento de las transaminasas puede ser asintomático, pero en otros puede estar acompañado de síntomas como fatiga, pérdida de apetito, dolor abdominal y coloración amarillenta de la piel y los ojos.
¿Qué enfermedad eleva las transaminasas?
La enfermedad hepática es la principal causa del aumento de las transaminasas en sangre. La elevación de las transaminasas, especialmente de las enzimas ALT (alanina aminotransferasa) y AST (aspartato aminotransferasa), es un importante indicador de daño hepático. La enfermedad hepática puede ser causada por diversos factores, como el consumo excesivo de alcohol, la hepatitis viral, la enfermedad del hígado graso no alcohólico y las enfermedades autoinmunes del hígado.
Además de la enfermedad hepática, existen otras condiciones que pueden elevar las transaminasas. La anemia hemolítica, que es una disminución de los glóbulos rojos debido a la destrucción acelerada de los mismos, puede causar un aumento en los niveles de AST. El daño muscular, que puede ser causado por traumatismos, infecciones o enfermedades musculares, también puede elevar las transaminasas. El infarto de miocardio, que es la muerte del tejido cardíaco debido a la falta de flujo sanguíneo, puede aumentar los niveles de AST. Por último, las patologías pancreáticas, como la pancreatitis aguda o crónica, pueden causar un aumento en las transaminasas.